Muerte y hacienda

Hace un tiempo atras lei por algun lugar una historia que tiene mucho que ver con lo que pretendo escribir el dia de hoy. De regalo, se las comparto.

Un soleado dia en una pequeña aldea al sur de alguna parte y al norte de unas montañas, un burro tuvo la mala fortuna de caer por accidente en un pozo de agua vacio que habia en la propiedad de su dueña. Rebuzno con fuerzas para avisarle a la campesina de su terrible accidente, rebuznó hasta quedar casi mudo. Gracias a Dios la forma de pozo permitió que la anciana oyera y fuera a verlo, pero como todo en la vida la subida era casi imposible y se necesitaban mas que buenas intenciones para lograrlo. Mientras la anciana barajaba las opciones que tenía a su alcance para salvar a su animal, el burro oraba. Repitió una y otra vez todas las oraciones e himnos que conocía, le pidió al Señor por su alma.

Frente a sus posibilidades la campesina no tuvo otra opción que resignarse a la sensatez y admitir que intentar sacar al burro del pozo con vida sería tarea imposible; que lo mas racional sería tapar ese inútil pozo con tierra y cerrarlo de una vez por todas, evitando que alguien mas fuera dañado y de paso, sepultando al viejo asno en su interior. El burro, aun sin sospechar nada, seguia orando y mantenía puesta la fé en su salvación.

La anciana invitó a todos sus vecinos para que la ayudaran a tapar el pozo, cada uno tomó una pala y empezó a arrojar tierra al pozo. En ese preciso momento el burro se dió cuenta de lo que pasaba y se entristeció enormemente al ver pisoteadas sus esperanzas, al ver evidenciado el poco valor de su existencia, al palpar lo sustituible que era, lo vulgar y común, y lloró desconsoladamente, en el fondo de ese pozo, sin voz, en medio de la oscuridad, mientras llovía tierra sobre su lomo. Todos los campesinos lo escucharon, pero siguieron arrojando tierra porque esa triste labor era la que los convocaba, todos siguieron incluso cuando ya no escucharon más al burro.

Cuando iban en lo que ellos consideraban la mitad del trabajo, sintieron un ruido extraño, y cuando la campesina se asomó al pozo pudo ver con nitidez a su burro ahi, de pie, sin daños, incluso con una expresión de felicidad. Lo imposible, al parecer no lo era tanto. El burro vió en su desgracia una oportunidad. Con cada palada de tierra que le arrojaban, el burro se sacudía con fuerzas y tiraba la tierra al piso pisoteando con fuerzas para compactarla y asi quedaba unos centimetros mas arriba cada vez. Los campesinos seguían arrojándole tierra y el la utilizaba para construir su salida. Tras un lapso de tiempo todos quedaron boquiabiertos cuando tras llegar al borde el burro de un brinco salió del pozo y se alejó trotando.

La vida es un desafío, una oportunidad de libertad de elecciones y de conocimiento. La vida es un regalo, un aventón en una carretera llena de baches, te pueden arrojar tierra, agua, barro, aceite. Otros te pueden dar un golpe en la carrocería recien pintada, chocarte por alcance o lo que es peor por ir borrachos dejar tu auto como chatarra. Pero el viaje, la aventura, los paisajes, las risas, las alegrias, las fotografias, los cientos de atardeceres, la brisa, el sinnúmero de aromas, los colores al amanecer, el sol en nuestras caras, las nuevas personas que conocemos, la sensación de libertad, de jugar, de respirar, de ser yo misma...por Dios que valen el riesgo!!!.

Un dicho americano expresa "nadie se salva ni de la muerte ni de hacienda", y expresa una verdad a medias, una verdad que es cierta cuando se enfoca en los hechos, pero que cambia completamente su perspectiva si nos enfocamos en la calidad.

La vida, mis amigos, no es mas que una muerte sostenida que nos regala el tiempo de preparar el como seremos recordados por quienes conocimos, amamos, ayudamos, sostuvimos, escuchamos, con quienes nos reimos, con quienes lloramos. La vida entera consiste en un proceso de muerte digna, de ir muriendo cada dia con una sonrisa en el rostro y saborenado lágrimas con la seguridad de que no han sido derramadas en vano.

No sé si esta vida será la única, ni es una de cientos, lo único que tengo claro es que la viviré plenamente, sin remordimientos, sin arrepentimientos, a conciencia y por sobre todo en búsqueda de la mayor cantidad de oportunidades de ser feliz. Asi, si tengo otra oportunidad será un enorme regalo y si ésta es la única me habré asegurado de haber ocupado mi ticket en primera fila, agitando la melena con fuerza, gritando hasta quedar disfónica y cantando con fuerza en este concierto en el que tantos estamos inmersos y tan pocos nos damos cuenta de que es una canción grupal.

"Todos los burros pueden salir de agujeros oscuros con tierra cayendoles encima, es cosa de saber moverse, mantener la fe y pisar con fuerza "

Dá más, espera menos y shake it!